Importante avance contra el cáncer
Investigadores del Instituto Rogosin de Nueva York, Estados Unidos, han logrado demostrar, por primera vez en la historia, cómo células cancerígenas del riñón de ratones inhiben o paralizan el cáncer en los seres humanos. El estudio salió publicado a fines de enero en la edición digital la revista Cancer Research.
Investigadores del Instituto Rogosin de Nueva York, Estados Unidos, han logrado demostrar, por primera vez en la historia, cómo células cancerígenas del riñón de ratones inhiben o paralizan el cáncer en los seres humanos. El estudio salió publicado a fines de enero en la edición digital la revista Cancer Research.
“Esta terapia contiene la promesa de una nueva opción para el tratamiento del cáncer porque utiliza los mecanismos biológicos normales y evita la toxicidad asociada con la quimioterapia tradicional”, afirmó el director de esa institución científica y principal autor de los estudios, Barry Smith, en un comunicado.
Estas investigaciones determinan que ciertas células cancerígenas de ratones insertadas en cápsulas de agarosa, un elemento natural extraído de las algas e implantadas en el abdomen de pacientes con cáncer, logran ralentizar o paralizar el crecimiento de los tumores.
La primera fase de un estudio en pruebas en más de 30 pacientes para cánceres en fases avanzadas y resistentes al tratamiento ya “ha evaluado la seguridad” del método, mientras que una segunda fase en pacientes con cáncer de colon, páncreas y próstata está todavía en progreso.
Las pruebas también se han llevado a cabo sobre 40 perros y gatos con cánceres espontáneos -no inducidos- de próstata, hígado o mama, y los resultados incluyen “la ralentización de la expansión del tumor o, en algunos casos, la necrosis y eliminación de tumores, y la restauración del periodo de vida normal en animales”.
“Los resultados de nuestra investigación demuestran que este acercamiento no es específico para un tipo de tumor o una especie, sino que, por ejemplo, células de ratones pueden ser utilizadas para tratar diferentes tumores humanos y células humanas pueden ser usadas para tratar diferentes tumores animales”, apuntó Smith.
El Instituto Rogosin inició su investigación con el desarrollo de la tecnología para la creación de las citadas cápsulas, que después aplicó en los estudios preclínicos, con los que demuestran que las células cancerígenas implantadas están aisladas del sistema inmune del paciente, pero mantienen su funcionalidad.
“Muchas de las terapias que existen hoy en día son limitadas y sus acercamientos dirigidos a un punto en concreto no logran tratar las enfermedades en su conjunto”, afirmó, por su parte, el consejero delegado de Metromedia Bio-Science, Stuart Subotnick, que participa con el Instituto Rogosin en este proyecto.
Subotnick añadió que esta nueva tecnología “altera los procesos de la enfermedad y utiliza los propios mecanismos de defensa natural del cuerpo”.
Estas investigaciones determinan que ciertas células cancerígenas de ratones insertadas en cápsulas de agarosa, un elemento natural extraído de las algas e implantadas en el abdomen de pacientes con cáncer, logran ralentizar o paralizar el crecimiento de los tumores.
La primera fase de un estudio en pruebas en más de 30 pacientes para cánceres en fases avanzadas y resistentes al tratamiento ya “ha evaluado la seguridad” del método, mientras que una segunda fase en pacientes con cáncer de colon, páncreas y próstata está todavía en progreso.
Las pruebas también se han llevado a cabo sobre 40 perros y gatos con cánceres espontáneos -no inducidos- de próstata, hígado o mama, y los resultados incluyen “la ralentización de la expansión del tumor o, en algunos casos, la necrosis y eliminación de tumores, y la restauración del periodo de vida normal en animales”.
“Los resultados de nuestra investigación demuestran que este acercamiento no es específico para un tipo de tumor o una especie, sino que, por ejemplo, células de ratones pueden ser utilizadas para tratar diferentes tumores humanos y células humanas pueden ser usadas para tratar diferentes tumores animales”, apuntó Smith.
El Instituto Rogosin inició su investigación con el desarrollo de la tecnología para la creación de las citadas cápsulas, que después aplicó en los estudios preclínicos, con los que demuestran que las células cancerígenas implantadas están aisladas del sistema inmune del paciente, pero mantienen su funcionalidad.
“Muchas de las terapias que existen hoy en día son limitadas y sus acercamientos dirigidos a un punto en concreto no logran tratar las enfermedades en su conjunto”, afirmó, por su parte, el consejero delegado de Metromedia Bio-Science, Stuart Subotnick, que participa con el Instituto Rogosin en este proyecto.
Subotnick añadió que esta nueva tecnología “altera los procesos de la enfermedad y utiliza los propios mecanismos de defensa natural del cuerpo”.
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